Disfrute de cada una de ellas preparada solo con agua caliente para darle un toque refrescante a un té negro clásico. O para una opción más revitalizante, intente prepararlos como té helado. Remoje las bolsitas de té con azúcar y diluya con agua fría y sirva sobre hielo. Agregar fruta fresca ayudará a resaltar el sabor del té, lo que lo convierte en un calmante perfecto para las tardes calurosas y las veladas de verano.
20 bolsas